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Carrió sobre: B) Salud
La salud un derecho inalienable.
El nuevo sistema de salud en la Argentina, tendrá como sustento la base democrática que priorice la razón moral y los derechos humanos de todos, por encima de la fuerza de aspiraciones sectoriales. Los sujetos, la condición humana, la opción por los pobres, la verdad y la justicia y los derechos humanos son primordiales en nuestra concepción política y por ende en nuestra propuesta.
Teniendo en cuenta los diferentes actores y la dificultad para coordinarlos es preciso un cambio paulatino pero rotundo.
Entendiendo a la salud como un derecho inalienable y construyendo conciencia desde esta postura, nuestra propuesta se basa en la conversión de un sistema desarticulado, en otro, organizado y dotado de coherencia, que atienda las necesidades y características de las distintas regiones del país. En esto la idea central de nuestro diagnóstico de situación, es asumir que el Ministerio de Salud de la Nación ha perdido su rol vertebrador y rector en las políticas de salud. Es por eso que el núcleo duro de las propuestas en el tema, contienen la idea de que dicho ministerio vuelva a ser el que defina, coordine y conduzca al sistema y sus políticas específicas.
Para lograr estos objetivos, consideramos que es pertinente comenzar por tres ejes que son los que dan entidad e identidad a la propuesta:
• Proponer una ley Federal de Salud y un conjunto de normas y guías para las prestaciones
• Carrera Profesional Sanitaria y reorganización de las residencias médicas, sumado a un nuevo marco formativo para enfermería
• Política de financiamiento del sistema
Una Ley Federal de Salud a la que deberán ajustarse tanto efectores estatales como privados, asegurará que los habitantes, independientemente de sus posibilidades económicas y de sus condicionantes geográficas, tengan garantizadas prestaciones e insumos. Esta será articulada con un plexo de normativas técnicas y de procedimientos a las cuales deberán ajustarse las obras sociales, los establecimientos privados, y los establecimientos estatales. Esta idea se complementa con la categorización de los centros asistenciales en su conjunto, definiendo niveles de complejidad.
La Carrera Profesional Sanitaria, que incluirá a todos los profesionales del equipo de salud, dará una respuesta a la problemática, ya crónica en la Argentina, de hospitales que disfuncionan, convirtiéndolos en ámbitos donde los profesionales encuentren posibilidades de evolucionar a lo largo de sus años de trabajo, generando retribuciones justas y estímulos al desarrollo científico y a la productividad. Aquí también se genera una fuerte herramienta de homogenización del sistema, ya que se dotará a todo establecimiento estatal, sea nacional, provincial o municipal, de una misma dinámica que organice su recurso humano y su producción, generando una progresión en la organización, vinculada a los méritos técnicos-científicos y al trabajo asistencial. Esto supone lograr consensos y proponer articulación de políticas, entre la Nación y las Provincias, asumiendo la corresponsabilidad que existe en el cuidado de la salud.
Dentro de este segundo eje vinculado a los RR HH, es menester reorganizar la formación de posgrado. Para esto es fundamental, organizar el Sistema de Residencias en las distintas profesiones del equipo de salud. Independientemente en que institución se realicen (estatales o privadas), es deber del Estado, garantizar y orientar contenidos y asegurar supuestos mínimos de formación y experiencia en cada disciplina, generando un marco legal que garantice formación y condiciones laborales justas. El complemento indispensable es la reformulación de la carrera de Enfermería. A nuestro sistema le faltan enfermeros/as, y es menester crear condiciones no solo para su formación, sino para su justo reconocimiento, social y económico.
Definimos como tercer eje una nueva política de financiamiento del sistema para reordenar el modo de asignación de los recursos. Se establecerán los mecanismos jerárquicos (regulatorios, legales y burocráticos), donde queden fijadas las metas y reglas que aseguren los objetivos a alcanzar.
Entre ellos citamos:
• Redefinición del presupuesto asignado al financiamiento de la inversión en salud y la redistribución optimizada del mismo.
• El origen de las fuentes y el patrón de políticas de asignación de las mismas.
• Un marco técnico-sanitario y de financiamiento basado en las bases institucionales del país federal y con mecanismos nacionales instituidos para que las provincias puedan asumir sus responsabilidades sobre el buen funcionamiento del sistema de salud.
Bases y temas destacados del Programa Salud
Política Nacional de Salud en el Primer Nivel de Atención haciendo énfasis en Educación y Medicina Preventiva: Fuerte respaldo a un Programa Permanente de Relevamiento Epidemiológico y al Programa de Erradicación de Enfermedades Endémicas. Asistencia en salud odontológica y oftalmológica. Detección temprana de enfermedades encubiertas en lactantes, niños, adolescentes y adultos (trastornos orgánicos, adictivos y psicológicos).
Política Nacional de Educación para la Salud. Si miramos la primera y tercera causa de muerte, (enfermedades cardíacas, enfermedades cerebrovasculares), y le sumamos los accidentes viales (primera causa entre los jóvenes) y el cáncer de pulmón, veremos que prácticamente un 35% de las muertes se producen, por causas en gran parte evitables. Con esto planteamos que si nos decidimos a generar una serie de acciones de educación y de difusión, y estas acciones son asumidas por todos los estamentos estatales y por los actores sociales implicados, podríamos generar una revolución en hábitos que empujan hacia esas causas de muerte. Si modificamos el sedentarismo, algunos hábitos tóxicos, el alto consumo de sal y grasas, el conducir vehículos de manera arriesgada, etc., seguramente incidiríamos generando una notable caída del número de muertes por esos motivos. Este objetivo, excede largamente al Ministerio de Salud, y se extiende transversalmente sobre otras áreas, la educación, la seguridad, el deporte, etc. e interpela a la ciudadanía a implicarse en un desarrollo ético del cuidado de la salud.
Política Nacional de referencia y contrarreferencia y registro de las prestaciones y digitalización de una Historia Clínica Única, con un adecuado plan de inversión en recursos, que garantice objetivos y alcances de la política. Se implementará un único modelo normatizado de historia clínica y se la digitalizará. La Libreta Sanitaria Materno Infantil tendrá carácter de documento obligatorio.
Política Nacional de Medicamentos, Sueros y Vacunas: Proponemos un marco regulatorio adecuado para el mercado de los medicamentos y establecer instrumentos que fijen las pautas de protección para el medicamento considerado como un bien de salud irrenunciable.
Nuestro modelo de provisión de medicamentos ha resultado costoso, ha generado endeudamiento y ha generado que el acceso a los medicamentos sea siempre un factor de conflicto, el costo en medicamentos es uno de los más altos del mundo y la producción estatal está virtualmente desmantelada.
Se impulsará la producción estatal de medicamentos sueros y vacunas que se consideren importantes, y conjuntamente se desarrollará una estrategia en las áreas de Ciencia, Investigación y Desarrollo Tecnológico, con programas estatales y mixtos de producción de medicamentos, sueros y vacunas y se protegerá la propiedad intelectual de desarrollos locales en terapéuticas de última generación para garantizar la inversión en producción de tecnología exportable.
Política de Atención en Salud Mental: Se conformarán equipos interdisciplinarios con el objetivo de resolver situaciones que atraviesan niñas, niños, jóvenes, familias y adultos/as y que los colocan en el borde del tejido social y con grandes dificultades para resolver experiencias límites. Se construirán estrategias médicas y con concurrencia de la participación social, con el fin de reducir la tasa de institucionalización de las personas afectadas por cuadros más severos, crónicos y/o de larga evolución.
Política Nacional de Salud Ambiental: Se establecerá en conjunto con otros Ministerios para erradicar las fuentes históricas de daño medioambiental para la salud. Se aplicará el principio precautorio: “cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para evitar el daño a la salud humana e impedir la degradación del medio ambiente”. (Principio 15, declaración de Río de Janeiro 1992).
Política nacional de Salud Laboral: Se establecerán requisitos que deben cumplir los servicios de prevención. Se elaborarán protocolos de vigilancia sanitaria. Se establecerá estricta vigilancia de las condiciones de trabajo de las mujeres embarazadas y en período de lactancia. En colaboración con el Ministerio de Trabajo, se elaborarán los mapas que reflejen la distribución y la magnitud de los riesgos derivados del trabajo y se diseñaran sistemas de información sanitaria y de vigilancia epidemiológica en salud laboral.
Política de Salud Sexual y reproductiva: El Sistema de Salud hará hincapié en el cabal cumplimiento de la Ley de salud sexual y reproductiva y en la salud de la mujer en términos de su capacidad de reproducción y de su derecho a la libertad de elección para el ejercicio de sus capacidades sexuales y reproductivas.
El Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable tendrá entre otros fines prioritarios, la disminución de los índices de embarazos no deseados, infantiles y adolescentes, así como la incidencia de muerte materna por aborto y otras causas evitables.
Haciendo énfasis en la educación se priorizará la prevención de enfermedades de trasmisión sexual y la trasmisión vertical de enfermedades entre madre e hijos. Se prestará especial atención a la salud reproductiva.
Política con el PAMI: Se pondrá especial atención en la gestión del PAMI, adoptando un modelo prestacional que garantice la accesibilidad de los afiliados al sistema, los tiempos de atención y la calidad de las prestaciones, teniendo en cuenta que el universo de esta obra social presenta especial vulnerabilidad.
Será condición fundamental el monitoreo de la transparencia en la gestión y el estudio sistemático de la realización y resultados de la prácticas esperadas según patologías y tasas de uso, garantizado por un sistema de auditoría y de la informatización de las prestaciones.
Se implementarán programas y acciones que garanticen políticas de efectiva antelación frente a la creciente incidencia de problemáticas específicas vinculadas a los adultos mayores (enfermedades vasculares, pérdida de autonomía, etc.)
Somos conscientes de que los marcos regulatorios y los niveles de dependencia en el sistema de salud son múltiples y disímiles.
Las causas responden a la gran cantidad de intereses sectoriales de un sistema muy fragmentado junto a una falla histórica de la capacidad regulatoria del Estado. Las consecuencias hasta hoy han sido el aumento innecesario del gasto, la ineficiencia del sistema y un evidente nivel de disparidad en la calidad de los servicios prestados.
Somos conscientes y estamos dispuestos a afrontar y resolver:
• El estado deficitario de las actuales condiciones sanitarias y de vida de la ciudadanía.
• La necesidad de mejorar la calidad de las prestaciones médicas.
• La falta de acceso equitativo a la salud y al tratamiento de la enfermedad por parte de amplios sectores de la sociedad.
• Las fallas históricas y experiencias frustradas de organización del Sector, que construyeron complejas interrelaciones sectoriales de difícil abordaje.
Por todo lo descripto consideramos que las condiciones actuales habilitan al Estado Nacional a participar activamente en la reorganización del Sistema de Salud con el fin de erradicar las desigualdades existentes y asumimos ese compromiso electoral con los ciudadanos de Argentina.